School Attacks

Últimamente se habla mucho del bullying o acoso escolar en los medios de comunicación. En parte es algo positivo porque así le dan visibilidad a un tema que estaba bastante escondido, pero por otro lado sospecho que terminará siendo un espectáculo más con el que aumentar el share de las televisiones, tal y como pasó anteriormente el asunto de la violencia doméstica.

La mayoría de las personas están de acuerdo con que este es un problema serio en las aulas de nuestros institutos. Sin embargo, hay gente que le resta importancia con frases del tipo “en mi época no existía eso, al gordo de la clase lo llamábamos gordo y punto” o peor aún; “son cosas de críos”. Es imperdonable que se justifique un acto tan injusto alegando que lo ha cometido un niño. La sociedad está terriblemente engañada con respecto a ellos: los niños no son tiernas e inocentes criaturas que pestañean y cambian cromos, sino todo lo contrario. Son criaturas crueles y dictatoriales que crean clases sociales entre ellos y repudian a los que, bajo su punto de vista, no encajan con ellos.

También me fastidia que digan que el acoso es algo inexistente, que no son más que bromas de niños. En la infancia y la adolescencia se sufre mucho y cualquier adulto que lo haya olvidado es idiota. Yo, como muchos otros homosexuales, fui víctima del bullying. Pasé toda la adolescencia solo, soportando años de insultos, vejaciones y burlas constantes. Me limitaba a actuar como un autómata que cumple con sus funciones sin oponer resistencia: levantarme, ir al colegio, comer, mear, dormir. Punto. Un adolescente apático e indiferente para el cual el futuro era un viaje incierto, las ambiciones un estorbo y la muerte una tentación.

Si el tema hubiera estado más normalizado por entonces, quizás habría denunciado y mi vida hubiese sido diferente. Por eso no hay que tomárselo a la ligera, porque los niños de hoy serán los hombres de mañana, y el acoso puede que sirva para crear espíritus atormentados que terminen siendo escritores o artistas, pero esto no es razón suficiente para tolerarlo. Así que vigilen a sus primos, sus hermanos pequeños, sus sobrinos y sus hijos. Podrían estar pasándolo mal sin ustedes saberlo. O peor aún, haciéndolo pasar mal a otros.

3 dicen lo que piensan:

Lance dijo...

Estoy de acuerdo con lo que dices...yo pienso más o menos igual...

Yo también fuí víctima durante años de las burlas de mis compañeros y sé que se pasa muy mal y que a veces piensas que no va a terminar nunca...ahora estoy bien, pero aun recuerdo aquella epoca y la verdad es que hay veces que los niños pueden llegar a ser muy crueles...aunque por otra parte hay niños que a penas lo son, y son bastante inocentes...creo que la gente que dice que son tonterías y cosas de niños, lo dice, porque no lo ha vivido y/o ha ignorado que pasaba con sus compañeros...

Y la mayoría de las veces la familia no se da cuenta de cuando un niño lo esta pasando o mal, o como tu dices, peor aun, cuando es él, el que lo hace pasar mal a los demás...

Besos!

wendy - calderas de condensacion dijo...

relanjence todo en la vida pasa, cambia, se supera, etc

Nestor | Calderas dijo...

en la vida de todo tiene que pasar